La primera etapa kilikeña se resiste a abandonarnos a nuestra suerte (escasa). Con el súper bote que había en juego nos jugamos el nuestro propio, es decir, lo acumulado de ganancias. El resultado, cuatro boletos con acierto y 63,60 euros de premio. Así que nos lo volvemos a jugar a 31 columnas del Euromillones y 1 del Gordo de La Primitiva, que así se redondea y también tiene un bote interesante. Si nos toca, a repartir con alegría. Si toca un poco menos, pues seguiremos jugando hasta que se agote de manera paralela a la segunda etapa, ya que hay alguna baja y alguna alta, y los que se han retirado siguen optando a esas apuestas puesto que las ganancias también les corresponden. La segunda etapa, a la que seguimos perteneciendo la inmensa mayoría, arrancará, como quien dice, de cero.
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